La señorita Cola Cao, ha sido una de las personas más influyentes en la vida de D. Pan. Lecarga siempre ha sabido como focalizar todo mi odio, pero lo cierto y verdad es que ha sido la única capaz de aguantarlo. Porque señores que no leen el blog en el que no escribo, Doña Cao para mi, antes que ser, está. Esto es lo más importante de Lecarga Cao, y aunque la vean deambulando muchas noches de niebla por "El Paseo", con esa cara que siempre sugiere "si te crees que no vengo de donde tu vas!", Doña Cao es como las estaciones de servicio, no pertenece al principio, ni pertenece al final, simplemente está a lo largo de todo el camino. Ella te observa, y no se porque extraña razón, tú te tranquilizas...
Así, D. Pan, al que le agrada mucho ese nombre dada la admiración idílica que sentía por su abuelo el panadero, mientras sigue pensando en el amplio abanico de posibilidades que le ofrece el mundo, se alegra de que gracias a Lecarga y a sus apariciones en los momentos más oportunos, haya recuperado su blog, y le muestra su gratitud a la siempre presente y muy querida Srt. Cao. Va por usted.
Un año. Justo un año. Ya va siendo hora de que te vean (veamos) el pelo por aquí... ;)
ResponderEliminarMe gusta lo que veo y quiero más